Nocturno

Fue la primera obra mía que se interpretó en un concierto público. Escrita en los primeros meses de 1974, la partitura reparte entre cuatro músicos (2 percusionistas, 1 violista y 1 guitarrista) un pequeño arsenal de instrumentos que les obligan a desplazarse con frecuencia por el escenario para llegar a ellos. Todo tiene algo de teatro; aparentemente imprevisto, pero obligado por un tempo que hay que cumplir en un espacio, el del escenario, en el que los instrumentos se distribuyen inevitablemente a cierta distancia unos de otros. El guitarrista tiene encomendado eventualmente un piano y un contrabajo; el violista, también el contrabajo (que, como el piano, en el centro del escenario, es un ineludible punto de paso para los ejecutantes) y, además, una intervención en las campanas tubulares; los percusionistas tienen ocasionalmente que hacer sonar también el piano y el contrabajo, además de platos suspendidos, gongs, timbales, un vibráfono, unas campanas tubulares, un juego de platillos e instrumentos menos frecuentes como un flexatón o dos bocinas de automóvil. En resumen, una algarabía de actividad, sonidos (convencionales y no convencionales) y procedimientos diversos (desde pasajes aleatorios hasta series fibonaccianas), para la que el título de «Nocturno» sólo puede entenderse no como idílico ensueño sino como retrato urbano en una época que social y culturalmente era una olla a presión.Cartel Nocturno 1975 estreno

Ese puede ser su valor, el de testimonio insensato y desinhibido, ya que desde un punto de vista estrictamente musical es difícil encontrarle, digámoslo así, muchas virtudes. Y esa debe de ser, no otra, la explicación de su impresionante éxito ante el público la noche del estreno: centenares de estudiantes universitarios y de militantes de todo lo que enarbolara la bandera de la vanguardia, ocupando más allá de sus propios límites el salón de actos de el Colegio Mayor Isabel de España, que arroparon la interpretación con tantos y tan largos aplausos que yo, lo confieso, ya no sabía qué hacer tras salir una y otra vez a agradecerlo. Mi música ha ido mejorando, pero yo no recuerdo haber vuelto a vivir una aclamación así.

[Alfredo Aracil, junio 2011]

……………
Duración: 12′
Estreno: Grupo Koan; José Ramón Encinar (director). Madrid, Concierto Sonda, Colegio Mayor Isabel de España, 27.02.75
Grabación: RNE [en vivo, del estreno]

2 comentarios
  1. mi buen amigo alfredo, pues yo no estuve ahí, pero que vaya que algo mas tarde montamos algunas muy hermosas tardes de escucha, estrenos y demás. pasan los años y la vida tiene el detalle de prolongarse para poder recordar desde muchos años después.
    con todo el cariño de siempre, recibe un abrazo bien presente.
    llorenç

    • Querido Llorenç, cuántas cosas me quedaban por aprender entonces; casi todo. Fueron años trascendentales, y compañeros tan diferentes como Pablo Rivière, José Ramón Encinar y tú fuisteis imprescindibles en la formación (de todo tipo) que fui poco a poco consiguiendo. Qué fortuna es poder recordarlo ahora con una sonrisa

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